jueves, 24 de abril de 2014

La carta de Gardel - novela (fragmento)



Ya en la oficina, en Buenos Aires recibí a la mañana una nueva llamada. Una nueva clienta, la había visto sólo una vez, se trataba de una escritora de novelas policiales. Quería darle más veracidad a los personajes que aparecían en la novela. Tenía un buen argumento para su novela y le dije lo que pensaba. Su planteo no me parecía demasiado extraño, me preguntaba si me parecía inverosímil o si podría haber ocurrido alguna vez.
- No lo sé - dije.
Tres mujeres que no se conocían entre sí habían salido de vacaciones ese verano para no regresar jamás. O mejor dicho, sí, regresarían, pero muertas.
La empleada de una agencia de viajes les había vendido los pasajes a las tres ¿una maldición?
- No lo sé - volví a  decir.
Una de las mujeres se había caído del barco donde viajaba, un crucero. Nadie había advertido su ausencia hasta después de unas horas. Para ese entonces, la mujer había aparecido ahogada en la costa. Otra de las mujeres había muerto en la piscina de un hotel. Nadie había advertido su ausencia hasta después de unas horas. La tercera mujer había muerto en una excursión de un paraje agreste, por los tiros de cazadores furtivos. Nadie había advertido su ausencia hasta después de unas horas.
Me pareció que la escritora quería encontrar rápidamente los nexos que entretejieran la historia. ¿Cómo podía saber yo algo así? ¿Cómo podía saber si la mujer que les vendió los pasajes a esas tres mujeres les había vendido en realidad pasajes hacia la muerte? La historia era extraña, si, tal vez hubiera ocurrido y tal vez todo fuera casualidad. ¿Por qué no? ¿Acaso las casualidades existen? Ese verano, señaló la escritora, ninguna de esas tres mujeres regresó con vida. ¿Qué podría aportarle yo para su novela? pregunté.
La empleada de la agencia de viajes está siendo presa del pánico, dijo la escritora. Piensa que hubo algo malo que rondaba por ahí, las tres salieron de viaje en la misma fecha, ella les vendió los pasajes.

(c) Araceli Otamendi - Todos los derechos reservados



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