jueves, 5 de marzo de 2015

La carta de Gardel - novela (fragmento)



 

     Ahora tenía frente a mi a la mujer más vieja del pueblo, la que tenía más memoria  ¿sería así en realidad? no lo sabía, no tenía la certeza, eso se comentaba. La mujer dijo que iría a preparar un té y los tres perros la siguieron hasta la cocina. En ese momento aproveché para mirar las fotografías colgadas en la pared. Eran retratos, quizás de personas que ya no vivían más. En un pequeño marco descubrí una fotografía de Carlos Gardel. Había fotografías de mujeres, de hombres y de niños. En algunas de ellas las personas parecían estar vivas, la mirada parecía posarse en los ojos de quien los estaba mirando. De la cocina venía olor a café y me pregunté qué clase de té estaría preparando la mujer. A través de la ventana amplia se veía el jardín, árboles frondosos, plantas con flores,  volaban colibríes, durante algunos segundos revoloteaban entre las flores y se iban. El color verdeazulado de las plumas de los pájaros me entretuvo durante un rato.

La mujer volvió con una bandeja, traía dos tazones grandes, parecían cuencos, los dejó sobre la mesa. Los perros se acomodaron alrededor de ella. Me indicó con un ademán que tomara el tazón con el té. O mejor dicho, el cuenco con el té. Ella tomaba café. Seguramente adivinó lo que estaba pensando porque dijo:

- ¿Le extraña que tome café?

- No - mentí

La mujer me miraba fijo, parecía saber más cosas de mi que yo de ella, seguramente era así.

Bebí unos sorbos de café y luego pregunté:


- ¿Cuántos años hace que vive en esta casa?

- Cincuenta, sesenta, muchos años...

- ¿Y esas fotografías? ¿En alguna está su marido, algún familiar?

- No precisamente - contestó y agregó:

- A mi marido, me lo robaron - dijo en forma misteriosa

- ¿Alguna mujer?

- No, ninguna mujer

Me quedé callada, ella también se quedó callada durante algunos segundos. La miré fijamente a los ojos, entonces dijo:

- A mi marido me lo robó la muerte.

- ¿Hace mucho tiempo de eso?

- Sí, preferiría no hablar de ese tema.

Imaginé que iba a ser difícil sonsacarle datos, historias, alguna pista.

- ¿Y la fotografía de Gardel?

- ¿Lo dice por el retrato que está ahí?

- Sí

En ese momento, alguien golpeó la puerta.
(c) Araceli Otamendi - Todos los derechos reservados

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